Como si todos esperaran a oír la voz del maestro para actuar, las reuniones de ex-compañeros de clase no se suelen suceder con demasiada frecuencia: nadie se atreve (o nadie quiere) hacer llamamientos a la reunión por su cuenta. Por suerte o por desgracia "el maestro" sigue ahí (si la Muerte aún no se lo ha llevado) y ninguno de sus antiguos alumnos se atrevería a desobedecer su palabra, incluso aunque no haya castigo o "negativos" en las notas a modo de amenaza.
Una vez reunidos a la fuerza, tanto alumnos como profesores se preguntan qué demonios hacen en esa situación indeseada (los primeros van siguiendo órdenes de arriba y los segundos van siguiendo dictámenes de su conciencia): si no se habían reunido antes era porque no lo consideraban obligatorio, porque odian o aborrecen a sus antiguos compañeros o porque no los quieren lo suficiente.
¿Qué, cómo va todo? - Dejad de preguntar eso. Cuando sea Rey penalizaré a quién lo haga; cuando sea Villano le dispararé. Si a alguien le interesa saber cómo me va, lo puede saber interesándose por mi vida desde que dejamos de vernos con regularidad hasta el día de la "reunión obligada". De hecho, ni siquiera debe de interesar la respuesta a la pregunta, ya que la gente empieza a mirar hacia otro lado cuando lleváis dos canapés hablando de cómo va todo.
El primer año en que estás alejado de un conocido, dicen, es el más estéril: apenas mantenéis contacto alguno ni os acordáis de los cumpleaños ajenos ni movéis un dedo para volveros a ver. Esas cosas ocurren, no las negaré, pero cuando pasa más de un año y seguís en la misma condición es que ahí, claramente, no había química alguna. Las amistades se tienen que regar, dicen los padres, pero las no-amistades pueden perfectamente dejarse morir en el jardín de la memoria, digo yo.
Llamo entonces a la gente para que se reúna por su cuenta, que olvide el miedo o la pereza o la falta de voluntad a la hora de volver a abrazar a un viejo amigo, que no espere a la "reunión obligada" que solo sirve para atiborrarse de canapés fríos y refrescos calientes mientras escuchas a la vez que olvidas lo que te dice gente a la que no desearías estar viendo (otros lo llaman "me entra por una oreja y me sale por la otra").
Aunque debamos suplantarlos por naturaleza, a veces los padres tienen razón (sin negar que nosotros también la tengamos).
3 comentarios:
Yo sólo he ido a una reunión de este tipo en mi vida... y no la monté yo, está claro. Me lo pasé bien. Había gente de la que ni me acordaba. Un saludo.
Veamos.
A mi ese tipo de reuniones me parecen un coñazo, sobre todo cuando no se trata de amigos, únicamente de simples compañeros. No he ido a ninguna así tal y como la cuenta. Pero si similares pero de otro tipo de relaciones.
Soy una descastada de mierda (si, de mierda). Normalmenete cuando me mudo, paso un poco de los amigos, de todo el mundo general, llevo toda mi vida mudándome, así que imagina la de supuestas amistades que habré perdido. (Alguna me he alegrado de que dejasen de serlo,sinceramente). Pero otras, las de verdad siempre están ahí, aunque desaparezcas del mapa sin motivo aparente.
Y así ha sido para mi en los dos últimos años, casi en el mismo tipo de acontecimientos , me han sucedido dos cosas opuestas.
Me fui 6 años a Madrid, me distancié de todo lo que tenia aquí. Al volver, tipica cena tradicional de las amigas del pueblo. Incomidad Absoluta. Además conversaban de cosas estúpidas que ni siquieras sabias de qué se trataban (por eso debían parecer chorradas soberanas). Viviendo ya aquí, decido distanciarme de ellas, no me aportaban nada. Y el cómo te va la vida era cómo el de tus compañeros de clase. (A los que vi en una boda de otra colega y fue más o menos cómo esa reunión...qué frio todo, con la de rebeldias que haciamos juntos)
Siguiente año, cena de navidad con las amigas del instituto. Cada una habiamos tomados rutas diferentes en ciudades distintas, nos distanciamos,pero yo, como siempre, la más descatada de todas, cena, complicidad de colegas, química de amistad, volvemos todas a la misma ciudad y volvemos a salir juntas y a ser el grupo de amigas que éramos.
Con esto queria decir, que...si, todo depende de la química, pero nada de la distancia. Mi vecina amiga de toda la vida, apenas hablo con ella, y apenas la veo, vive en Irlanda, pero cuando vuelve es como si nos hubiésemos visto el día de ayer. También es cierto que depende mucho cómo se forjará esa amistad.
Y si, para qué regar a aquellos que son no-amigos. Buah! Pérdida de tiempo.
Asi que a las demás amistades, las que verdaderemente aprecio en mi madurez por muy lejos que estén y aunque poco hables, sé que estarán ahí para hablar como en la época universitaria, salir de fiesta igual o x.
Un beso, siento el cotorreo.
http://almendrasenelbolsillo.wordpress.com
M'ha agradat molt llegir-te, tens un gran estil. Però no puc no dir-te que em sembles molt negatiu... Segur que hi va haver moments de tot!
He de reconèixer que a mi em resulta divertit tornar a veure cares que fa temps que no veig. L'interès per les vides dels altres és l'única motivació d'aquestes reunions, sí; però tenen la seva gràcia.
La primera reunió que vam tenir d'ex-companyes de curs va ser tot un èxit. Com que va ser força recent a la marxa de les aules no era gaire forçat. La resta de trobades han estat iniciativa de les ex-alumnes i aquí ja ha anat fallant més gent. Tot i així, han anat com una seda.
Aquest març que ve ens n'espera una organitzada pel col.legi. Aleshores ja t'explicaré les meves impressions, que podran (o no) assemblar-se a les que ens has exposat.
Vinga, segueix escrivint així i... Salutacions!
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