¿Puede decirse que The Mars Volta es, efectivamente, el mejor licor que se ha destilado en lo que llevamos de siglo? Yo creo que sí, y no sé si añadir un "por la Gracia de Dios" o un "por desgracia (de Dios)".
TMV podría, en efecto, ser el mejor grupo en activo (y omito a los grupos post-jubilados que vuelven a las andadas porque es indudable que todos pasaron por mejores momentos) si lo retocáramos un poco: sus puntos fuertes son la virtuosidad de algunos de sus músicos (guitarra y batería, principalmente, con percusiones y piano en un segundo grado) y su puesta en escena, pero veamos qué podemos mejorar...
En primer lugar, en cuanto a la música en sí, cambiaría una cosa: si tienes un dominio soberbio a la hora de hacer solos y de componer, encáuzalo utilizando la sólida base que te ha dado la tradición del rock'n'roll. Debemos reflejarnos en los clásicos, siempre, en todos los campos, y la música debe beber de sus precedentes (además de reinterpretarlos, por supuesto). The Mars Volta olvida que antes de ellos estuvieron los Rolling o el trinomio Bowie-Iggy-Reed, a pesar de que huelan un poco a grupos que les precedieron (pero que son excepciones en la historia del rock). Claramente edifican su estilo sobre una tradición alternativa, con sonidos centroamericanos y caribeños, pero han matado a Elvis.
En segundo lugar, centrándonos en su puesta en escena, es inevitable sentir el ritmo, como ellos lo sienten y ejemplifican de su música, encauzar la fuerza de los guitarrazos... pero no debes hacer de un concierto una jam session con público. Me explico: el concierto se hace para un público que, aunque seas duro y "no lo necesites" debe ser respetado (o no, puedes mearte en ellos o escupirles... pero eso ya es más interactuar con el público que simplemente pasar de ellos). TMV hacen jam sessions frente al público, no se dirijen a ellos (más que en contadas ocasiones de éxtasis, que se agradecen, pero no deben ser la excepción).
Si TMV se asentaran sobre la tradición del rock'n'roll, olvidaran sus raíces centroamericanas, fueran más bondadosos con el público y no sobrecargaran su música de instrumentos y su escenario de personajes (eso no lo he dicho: reduciría el número de componentes del grupo a cuatro... ahora son 8, creo) serían, sin lugar a dudas, el mejor grupo del XXI (sin que llevemos ni una década de siglo) y quizá del XX. Por suerte, no iba armado (yo) el otro día en el concierto que ofrecieron en Barcelona, ni soy nadie para cambiar las convicciones de TMV, así que el grupo podrá seguir siendo tal y como es, sin que inconformistas como yo tengan voz o voto.
Por cierto, y siguiendo en la línea del Diablo del otro día: las miradas, bailes, gritos, voz, saltos de Cedric (el cantante de TMV); la bebida humeante servida en taza negra a la que no paraba de pegar sorbos; el subirse a uno de los grandes altavoces frente al público, mientras uno de los pipas, con miedo de que el cantante se estrellara sobre el público desde las alturas, intentaba sugetarlo y la canción Asilos Magdalena me dejaron bien claro que el r'n'r, sin lugar a la menor duda, es una creación de El Maligno.