23.12.07

¿Por qué Chucho Mojado?

Como estoy de vacaciones y, por consiguiente, dispongo de poco tiempo para dedicar a este lugar, seré breve y premiaré al mundo con una revelación, mi regalo de Navidad personal para la humanidad: el significado del título de mi blog (el significado que tiene para mí, vaya).

Sacado del Diccionario del Diablo, de mi entrañable y semejante Ambrose Bierce:

AFECTIVO, s: Adicto a ser un pesado. La criatura más afectiva del mundo es un perro mojado.


Eso es todo, ¡Turbia Navidad!*


* Excelente traducción de MESSY CHRISTMAS.

19.12.07

THE TOWN CRIER: Ni soy tu amigo ni quiero regalarte nada








Ni soy tu amigo ni quiero regalarte nada.

Ni eres mi amigo ni quiero que me regales.

No soy invisible, aunque así lo prefiero si algo debo regalarte.

No eres invisible, aunque así lo prefiero si algo debes regalarme.








"El amigo invisible" ese entrañable juego inseparable de las fechas navideñas (que alguien me lo explique, ¡que alguien me lo explique!) en el que regalamos algo a alguien sin que, teóricamente, lo sepa y nos regala algo un amigo, siempre teóricamente, anónimo. Imagino que su razón de ser es "quiero hacer regalos pero no muchos, que son caros y no quiero lo suficiente a mis amigos".
Pero... ¿qué demonios regalar cuando es imposible apartarse de él? Cuando no te puedes escabullir, cuando debes parecer un animal social aunque no lo quieras ser, cuando te sientes tradicional aunque odies las tradiciones... debes pensar algo, y rápido, para sobrevivir al evento.
Sed todos bienvenidos al pentálogo del buen obsequiador anónimo:

>>>>> Procurad (pelead por ello), que, si caéis en la tentación o la desgracia de tener que participar en un "amigo invisible", éste esté (POR DIOS, hazedle una foto a estra construcción capicúa) reglado mínimamente: si os dedicáis a regalaros calcetines mutuamente os sentiréis vacíos y materialistas sin bandera, procurad que vuestros regalos tengan un tema común o unas pautas a seguir ("tienen que ser armas de fuego" o "solo se pueden regalar libros de temática cristiana").

>>>>> Es importante que una de las "reglas" que pongáis a vuestro juego sea "Regalos total o parcialmente hechos a mano": los obsequios comprados tienen menos valor que el dinero que cuestan (ya que, encima, suelen ser inútiles y feos), así que si aportáis algo "propio", al menos tendrá algo de sedimento espiritual de vuestra persona o estará tintado de vuestro arte, que ya es más que nada (aunque menos que algo).

>>>>> Regalad cosas que, además de "espiritualmente correctas" o "cordiales" o "bonitas" sean algo útiles: podéis regalar un cuadro hecho con vuestras propias mucosidades nasales, pero si a la persona objetivo no le encaja en la pared de su recibidor, acabará en el trastero. Si necesitáis ejemplos: en el caso de que vuestra "incauta víctima" sea fumadora, regaladle una pitillera decorada con vuestras mucosidades nasales y llena de cigarrillos (si le parece asquerosa o repugnante, algo normal, puede tirar la pitillera y fumarse el tabaco).

>>>>> Nunca regaléis artículos relacionados con la Navidad: es realmente alienígena ponerse calzones con Santa Claus estampado a la altura de las nalgas en pleno verano, como también lo es tener un adorno de sobremesa con forma de muñeco de nieve cuando el cambio climático (ese tan famoso) nos está achicharrando.

>>>>> Nunca dejéis de cumplir las reglas establecidas y, si lo acabáis haciendo, aseguraos de que otra persona también lo haga.

17.12.07

INTERLUDIO: Gun

Cuando empieces a pensar como una pistola, el resto del año habrá pasado.

Cuando has empezado a pensar como una pistola, los días del año ya han acabado.





Efectivamente, se acaba el año y hay tan poco tiempo y tan mucho que hacer que creo que tendré que disparar unas cuantas veces al Cielo.

Disculpad mi obsesión por las armas de fuego personales, procuraré portarme mejor: ahora mismo estoy tan ocupado con tareas extra e intra personales que no puedo dedicar demasiado tiempo a este lugar...

Procuraré portarme mejor.

12.12.07

THE TOWN CRIER: Reuniones de EX-compañeros



Como si todos esperaran a oír la voz del maestro para actuar, las reuniones de ex-compañeros de clase no se suelen suceder con demasiada frecuencia: nadie se atreve (o nadie quiere) hacer llamamientos a la reunión por su cuenta. Por suerte o por desgracia "el maestro" sigue ahí (si la Muerte aún no se lo ha llevado) y ninguno de sus antiguos alumnos se atrevería a desobedecer su palabra, incluso aunque no haya castigo o "negativos" en las notas a modo de amenaza.



Una vez reunidos a la fuerza, tanto alumnos como profesores se preguntan qué demonios hacen en esa situación indeseada (los primeros van siguiendo órdenes de arriba y los segundos van siguiendo dictámenes de su conciencia): si no se habían reunido antes era porque no lo consideraban obligatorio, porque odian o aborrecen a sus antiguos compañeros o porque no los quieren lo suficiente.



¿Qué, cómo va todo? - Dejad de preguntar eso. Cuando sea Rey penalizaré a quién lo haga; cuando sea Villano le dispararé. Si a alguien le interesa saber cómo me va, lo puede saber interesándose por mi vida desde que dejamos de vernos con regularidad hasta el día de la "reunión obligada". De hecho, ni siquiera debe de interesar la respuesta a la pregunta, ya que la gente empieza a mirar hacia otro lado cuando lleváis dos canapés hablando de cómo va todo.

El primer año en que estás alejado de un conocido, dicen, es el más estéril: apenas mantenéis contacto alguno ni os acordáis de los cumpleaños ajenos ni movéis un dedo para volveros a ver. Esas cosas ocurren, no las negaré, pero cuando pasa más de un año y seguís en la misma condición es que ahí, claramente, no había química alguna. Las amistades se tienen que regar, dicen los padres, pero las no-amistades pueden perfectamente dejarse morir en el jardín de la memoria, digo yo.

Llamo entonces a la gente para que se reúna por su cuenta, que olvide el miedo o la pereza o la falta de voluntad a la hora de volver a abrazar a un viejo amigo, que no espere a la "reunión obligada" que solo sirve para atiborrarse de canapés fríos y refrescos calientes mientras escuchas a la vez que olvidas lo que te dice gente a la que no desearías estar viendo (otros lo llaman "me entra por una oreja y me sale por la otra").

Aunque debamos suplantarlos por naturaleza, a veces los padres tienen razón (sin negar que nosotros también la tengamos).

10.12.07

LEXICÓN PARA LLEVARSE A LA TUMBA I: Pimpollo

Ahora que falta cierto miembro y su columna por estos lares, una semana después de su suicidio columnístico y de la última vez que yo mismo me atreví a pasar por aquí (temerso de encontrarme algún perro suelto), regreso para rellenar con vocabulario el vacío de información. Dese por inaugurada la sección Lexicón para llevarse a la tumba que yo mismo me encargaré de realizar.

Este rinconcito quedará dedicado al corpus de palabras que yo me llevaría, y me llevaré, a la tumba, elemento indispensable para todo ajuar de dictador.

Para empezar, un clásico: pimpollo.

Según la tradicionalista opinión de la RAE (XXIª Edición), un pimpollo es un brote de pino, principalmente, pero es aplicable a cualquier bulbo o brote de alguna planta o flor (se utiliza especialmente con las rosas, como contrapartida femenina al viril árbol de hoja perenne*).

Según María Moliner, que no dudo que sea de un tradicionalismo similar a los Académicos aunque viva en clave progresista (por el simple hecho de poder publicar su propio trabajo), significa, más o menos, lo mismo.

Ambos diccionarios dan, además, la acepción de "referido a un jóven atractivo", en sentido coloquial. La RAE da la forma compuesta "Pimpollo de oro" (usando el "oro" comos inónimo de belleza) y Moliner da "Pimpollo de canela" (forma más lógica, teniendo en cuenta que el sentido original es vegetal).

Pues bien, a pesar de todo este mareo de diccionarios, el verdadero valor de "pimpollo" hay que buscarlo en Salvados por la campana*, donde Slater, el musculitos que en verdad tenía alma de bailarina, llamaba así continuamente a Zack, el joven rubito. ¿Se refería el mulato a que Zack le parecía un chico atractivo? En verdad, durante la serie, ambos mostraron serios indicios de recíproco amor homosexual, pero durante el resto del tiempo solían odiarse o temerse.

Desde mi punto de vista, y sometiendo la cuestión a todo el rigor científico al que la puedo someter*, "pimpollo" se utiliza en la serie, o así me la pienso llevar yo a la tumba, como falsa traducción de "pimp", lo que la convierte en un insulto, más propio de un adolescente que intenta humillar a su rival (o a su amado). Mataría por haber sido traducuctor de series televisivas en los 90 para haber inmortalizado palabras como ésta.


* Juego de palabras intraducible para la mejor comprensión de seres humanos sobrios.
* Otra questión interesante es el porqué de Salvados por la campana cuando "bell" (Saved by the bell) no se refiere tanto a una campana como a un timbre o sirena.
* Mi lexicón es producto de mi sistema digestivo así que es mejor que nadie procure entenderlo: al fin y al cabo, ¿a quién se le ocurriría digerir el vómito de otro?

3.12.07

Teatro para justificar cambios en la plantilla

UN SUICIDIO COLUMNÍSTICO


PERSONAJES DE LA OBRA

A

The Town Crier

ESCENARIO DE LA OBRA

Taller de A
Hay una puerta en el centro entreabierta que muestra un pequeño cuarto de baño y otra puerta a la derecha, cerrada y con diversos candados, cadenitas y cerraduras. Una enorme mesa de trabajo ocupa la mayor parte del espacio, repleta de pinceles y papeles coloreados. También hay un par de cámaras Polaroid, una de ellas espatarrada totalmente. No hay estantes, el suelo está repleto de libros, libretas y retratos a medio pintar, muchos de ellos garabateados. Sorprendentemente, solo hay un cuadro colgado de la pared, sin marco, es una versión del Guernika pintado en blanco sobre rojo y grana en el que tanto los trazos como el esquema de colores recuerdan al logo de los refrescos Coca-Cola.

(Entra A desde el cuarto de baño, que estaba y sigue con la luz apagada. Se pasea apresuradamente por el taller mientras delira)

A: No va a venir... estoy seguro de que no va a venir... le habrá parecido demasiado arriesgado... seguro... ¿a quién no le parecería demasiado arriesgado? Ni por mis Santas Pelotas iría yo si me lo propusieran, con una indirecta tan mordedora como la que yo le solté, a modo de convencimiento. No va a venir... y eso me arrebata de cuajo las pocas posiblidades que tenía de conseguirlo, la única opción de acabar con él y de quedarme con todo, el mísero desliz que me iba a permitir cumplir mi sueño y acabar con el de otra persona, piedra angular del camino a la felicidad...

(Llaman a la puerta. Sin decir nada, A se dirige a la puerta y abre todos los candados, cadenitas y cerraduras, uno a uno, una a una y una a una. Entra The Town Crier, lleva un revólver en la mano. A cierra la puerta tras de sí)

A: ¡En verdad lo tenías! ¡En verdad lo has traído! ¿Puedo verlo?

T.CRIER: ¿Crees que hablaría tanto de revólveres y soñaría tanto con usarlos si no poseyera uno? Lo mejor de la afición por las pistolas es poder dispararlas, y es mucho más fácil cuando son tuyas, ¿no crees?

(The Town Crier toma asiento en una de las sillas que hay en la mesa central. Deja el revólver pesadamente sobre la mesa, no hace ademán de querer que A lo toque. Tras mirarlo extrañado o cabreado, A se sienta cerca de él, en otra silla)

A: ¿No quieres saber por qué te he hecho venir con tanta urgencia, a estas horas, a este lugar y con este equipaje?

T.CRIER: No, porque ya lo sé. No se hace venir a un jefe y a la vez rival a tu taller en las afueras a las tres de la mañana con un revólver y una única bala para hornear juntos una tarta. Quieres matarme e intentarás hacerlo procurando no morir tú en mi lugar.

A: Veo que sigues siendo tan agudo como insensato... veo que, aún conociendo mis intenciones, no has dudado venir a mi taller a las afueras a las tres de la mañana con un revólver y una única bala...

T.CRIER: Seis balas.

A: ¿Cómo dices?

(The Town Crier mete la mano en un bolsillo de su chaqueta y vacía su puño sobre la mesa, donde seis brillantes balas ruedan unos centímetros hasta detenerse)

A: ¿Por qué coñ...?

T.CRIER: Mira, niño, sé disparar perfectamente mi revólver, esta noche no será la primera vez que encañone los sesos de alguien, ¿sabes? De lo que no estoy tan seguro es de que tú sepas hacerlo... ¿sabes hacerlo? ¿has disparado alguna vez alguno de estos o algún aparato similar aparte de tu polla?

A: ...

T.CRIER: Bien, pues no pienso arriesgarme a que te dispares en la sien y falles, por eso he traído munición de reserva... no pienso tolerarlo... odiaría que perdieras y sobrevivieras, ¿sabes?

(A se levanta de su silla, se agacha y rebusca entre algunos libros del suelo. Finalmente se incorpora y deja una baraja de cartas algo atrotinada sobre la mesa)

A: ¿Quieres saber mis intenciones exactas? No estamos aquí para morir, o tú o yo, vamos a jugar... y veo que sabes bien a qué... pero dudo que sepas para qué.

T.CRIER: ¿No es solo matarme lo que pretendes? Entonces lo que buscas es mi revista. ¿Te van los perros mojados?

A: Me van.

(Se sienta)

A: Las reglas son muy sencillas...

T.CRIER: ¡Espera...! Brandy.

(A vuelve a levantarse, a regañadientes. Se dirige hasta la otra punta de la habitación, de donde vuelve con una sola copa y una sola botella de brandy... sirve a su contrincante y vuelve a tomar asiento)

A: Bien, como iba diciendo, vamos a jugarnos tu publicación y nuestras vidas. Cada uno coje una carta, durante tres rondas, y el que saque la carta con menor puntuación cada una de ellas agarra la pistola, previamente cargada con una de esas balas, la apoya en su sien y aprieta el gatillo tres veces. El que sobreviva, gana; en su defecto, el que venza en más rondas, gana. Si gano yo, me quedo con la revista, si ganas tú no me volverás a ver en tu vida, ignorando que tenga un contrato indefinido firmado con sangre y tinta.

T.CRIER: Me parecen unas reglas asquerosas, igual que tu brandy... pero puede ser divertido, ¡dale!

(A baraja el mazo de cartas y lo deja entre los dos jugadores. Toma la primera carta, lentamente, y la muestra a The Town Crier: el ocho de corazones. The Town Crier ni se inmuta, atrae la baraja hacia sí y coje rápidamente la carta superior: el nueve de corazones. Sonríe)

A: ...
(Sin mirar a su contrincante, siquiera, A agarra la pistola que ha traído The Town Crier y carga una de las balas. Observándola unos instantes, hace girar el tambor a toda velocidad y lo detiene en seco. Traga saliva de forma excesivamente sonora y se encañona la cabeza a la altura de la ceja derecha. Sin dejar de mirar la mesa, aprieta el gatillo)

(No ocurre nada. Vuelve a apretar el gatillo)

(Nada. Coje aire y, con fuerza, aprieta por tercera vez el gatillo)

(Nada. A suelta el aire retenido nerviosamente)

T.CRIER: Es una auténtica lástima... ahora me toca a mí jugar primero.

(Tras pegar un sorbo a su brandy, The Town Crier coje la carta superior de la baraja: un tres de corazones. Sonriendo y mirando maliciosamente a su oponente, A coje rápidamente la primera carta: un dos de corazones)

A: ¡Oh... mierda!

(The Town Crier ríe ruidosamente y acaba tosiendo de forma enferma. A vuelve a hacer girar el tambor del arma y a detenerlo. Vuelve a encañonarselo a la altura de la ceja derecha y... aprieta el gatillo tres veces, muy rápido, evitando pensar en su inminente muerte)

(Nada. Nada. Nada)

T.CRIER: Eres desastroso en el juego y afortunado con la muerte... no sé qué cojones significa exactamente eso, pero lo eres, ¡ja ja ja!

(A A no le hace nada de gracia, quizá por la ausencia de brandy en su sistema. Se acerca la baraja, soltando la pistola de forma ruidosa, y coje la primera carta... despacio... la mira... sonríe... y la muestra a su adversario: el rey de corazones)

A: Pensaba que se iba a acabar la partida sin algo de verdadera diversión.

T.CRIER: Jugamos para divertirnos, nunca dudes algo así de un juego que incluya armas de fuego.

(The Town Crier se acerca la baraja, la observa, la acaricia con la mano con la que no sujeta la copa de brandy y levanta una carta, sin mirarla siquiera. A se pone pálido)

T.CRIER: No me lo digas... el As.

(Es el as de corazones. A coje la pistola, realmente asustado, hace girar el tambor, lo detiene, se encañona la cabeza a la altura de la ceja derecha y... aprieta el gatillo)

(Nada)

(Aprieta el gatillo una vez más, cerrando con fuerza los ojos)

(Nada)

(Finalmente, baja el arma unos instantes... la mira... mira a The Town Crier... vuelve a encañonarse y aprieta el gatillo)

(Nada de nada)

T.CRIER: Oh, vaya, menuda porquería de juego... ¡tendríamos que haber jugado con seis balas! ¡Ja ja! ¡Para eso las traje! ¿No? ¡Sí! ¡Para eso las traje!

(A se levanta, asume que ha perdido, coje su chaqueta, que está en el suelo y se dispone a irse por la puerta principal. A la mierda con el mundo entero)

(The Town Crier, cuando ve que A le da la espalda y que hace ademán de irse, agarra rápidamente el revólver que ha quedado sobre la mesa, ni hace girar el tambor ni lo detiene, pero sí lo encañona, a la altura de la nuca de A y aprieta el gatillo)

(Nuevamente no ocurre absolutamente nada)

(A se gira, realmene asustado o extrañado o cabreado)

T.CRIER: ¡Era broma! Disculpa, no pude evitar hacerlo.


TELÓN

Un suicidio columnístico*



Esta misma noche, si la memoria no me falla (oh, como me apasiona utilizar esta expresión con sentido futuro), algo grave ocurrirá: la dirección, la existencia incluso, de este lugar penderá de un revólver en la sien, de un dedo en el gatillo.


No puedo avanzar más, tan solo puedo seguir emocionándome y dejar de escribir.







* Título inspitado en R'n'R Suicide, canción de David Bowie de todo corazón recomendable.
* Idea original, por muy poco probable que parezca, inspirada en cierto texto de Aleix.
* Futuro contenido sutilmente robado de la patética aunque entrañable película Los fantasmas de Sodoma.

29.11.07

LA DIGESTIÓN DE A: ¿De libertades a democracias orientales?


Libertad, el último "gran éxito" de Velvet Revolver, es un álbum que a muchos ha dejado indiferentes, a muchos ha tocado las pelotas y a muchos ha llevado a insultar y abandonar emocionalmente a gente tan agradable (en el plano físico y en el plano artístico) como Slash o Duff McKagan.

Tras una primera y amarga escucha, el regusto que me dejó el álbum fue demasiado 'flower power' para el material que habían ido dejando escapar por el camino (las imágenes del álbum, el videoclip del single, el single en sí). No casaban las pistas que daban acerca de su próximo trabajo con el trabajo una vez realizado.

No quiero explayarme hablando de Libertad VS Contraband o de Libertad VS el mundo, cosas que ya hice en otra ocasión (yo o alguien muy parecido a mí) y que volveré a hacer, sin duda, promovido por la falta de imaginación. El tema importante, aquí y ahora, es la transición o transformación de todos o casi todos los miembros del grupo a... sus antiguas formaciones.

Scott Weiland, el cantante IggyPopiano (y es un piropo excesivo) que viste camisetas de los Ramones, proviene de Stone Temple Pilots (STP a partir de ahora, no me pagan por palabras ni por caracteres: ahorremos); Duff McKagan y Slash de Guns n'Roses (dejaremos los grupos de transición para otra ocasión); Matt Sorum y el calvo... de momento los dejamos en el aire.

Bien, hay rumores, infundados por los mismísimos miembros recién nombrados, de que se van, lo dejan, a la mierda, se acabó. Seguramente Elvis o Bolan o Freddie les debe haber mandado un mensaje tipo "Knock it off, all of you, seriously, what the hell!".

Puede que haya exagerado, que nadie se alarme: Velvet Revolver seguirá dando de qué hablar y seguirá deleitando con miel para los oídos (sí, miel, flush away!), pero se habla, y bastante, de reuniones. Scott lo dijo (con STP), Duff lo dijo, éste dijo haberlo hablado con Slash... incluso Addler (¿Addler?) está entusiasmado (pobrecito, por favor, que no le den nada, que no le den nada, ¡que alguien dispare a ese tarado!).

Axl no se pronuncia, prefiere morrearse con Sebastian Bach, algo que yo también preferiría, si dejara de comprar camisas en el mercadillo (él o yo: ambos las compramos).

El dato más curioso, el que más me ha sobresaltado... ha sido que Duff, en una de sus revelaciones, dijo It would be a lot of fun as long as it was on a fun level and say just 10 shows to huge crowds. Aquí huele a Héroe.

27.11.07

RELATS CONJUNTS: Pintures Rupestres

La negra figura seguia agotnada a un racó de la cova, vigilant-me, temerosa d'alguna aura majestuosa que els homes blancs deviem tenir per a aquella desgraciada gent. Notava las seva mirada blanca i brillant clavada a la meva esquena, com si la pobre noia hagués empunyat un punyal d'ivori per a desfer-se de la meva presència. L'escassa iluminació d'aquell primitiu habitatge, un parell de torxes mal col·locades, encara gràcies em permetien observar amb deteniment aquelles pintures fetes amb colorants i aglutinants naturals, és per cert que molt ben aconseguits, però amb la traça d'un nadó pintant amb els dits.

- Així doncs, això es tot el que sabeu fer per aquí, veritat? - em dirigia a ella, l'única persona a la cova a part de jo mateix, però sense gosar mostrar-li el meu rostre -. No està malament, però no m'extranya que tingueu tant poc pes a nivell internacional.

La noia romania en silenci. No escoltava ni un sanglot, encara que havia estat més d'una hora plorant; no sentia ni la seva respiració nerviosa. Potser estava morta, fet ben dubtós, però tampoc no m'interessava ara mateix... el que tenia davant acaparava tota la meva atenció.

- El vostre paper a la història de la humanitat ha estat francament feble: desde l'Antiguitat, heu servit de mercenaris, concubins i concubines o coses encara pitjors. Ningú s'ha preocupat ni tan sol dels vostres metalls, si es que en veritat en teniu algun; ningú s'ha preocupat de la vostra cultura, si es que en veritat en teniu alguna; fins i tot ningú s'ha preocupat d'ocupar el vostre territori i aprofitar-ne la superfície: no val ni per a conreus ni per a edificacions sòlides. De debò podeu dormir a la nit pertanyent a una civilització paupèrrima com aquesta?

La pintura era realment enrome i s'escampava per gran part de la paret del fons de la cova i del sostre d'aquesta. Costaria una mica de transportar, però contractant o esclavitzant a alguns d'aquests homes, fos legal o no, no suposaria cap dificultat extreure-la de la roca. Ja començava a rumiar a qui podia encarregar com a "cap de l'extracció" i a qui podia demanar, allà a la Magna Itàlia, perque organitzés una exposició al voltant d'aquestes pintures primitives i d'aquesta civilització retrassada però, alhora, explotable econòmicament.

- És una vertadera llàstima - continuava parlant, encara sense voler dirigir la mirada a la meva víctima, temerós de veure la meva pròpia obra, temerós de veure-la destrossada, potser morta, i embolcallada en les seves robes estripades i tacades amb la seva sang -, la meva pàtria ha deixat córrer massa temps per a conquerir la ruïnosa Àfrica, ocupats com estavem amb afers interns, i ens hem hagut de quedar amb el pitjor troç: la vostra terra plena de desgraciats i pobresa. No teniu ni armes de foc, ni voluntat per a defensar-vos, ni valor per a protegir a una verge d'un colonitzador amb ganes de gresca, ni forces per lluitar per la vos... -tra... -tra...

Una fulla d'ivori (que mai hauria pensat que podra tallar tant, però això ara ja no importava) sobresorta del meu tòrax, regalimant la meva pròpia sang. No havia sentit com s'apropava, i encara ara no podia escoltar ni els seus sanglots ni la seva respiració.

-... llibertat.

La noia va fer girar el punyal esquinçant la meva vida i ens vam desplomar, jo mort i ella per sempre més ferida.


Escrito para Relats Conjunts, cabe resaltar mi capaciad para hacer pinturas rupestres.

25.11.07

THE TOWN CRIER: Espectador

It is the spectator, and not life, that art really mirrors.

Oscar Wilde, hinchado de orgullo propio o de celo posesivo.



El arte no es lo que el artista crea, si no lo que nosotros percibimos.

The Town Crier, hinchado de alcohol ajeno o de la ausencia de éste.



22.11.07

LA DIGESTIÓN DE A: Los Héroes como viva Leyenda



Ya es hora de, poniendo mente y ojos en blanco, encomendándome al espíritu del Elvis o de Joaquín Luqui, hable acerca de El Retorno. La repugnante repercusión mediática y económica de la Gira 2007 de Héroes del Silencio ya fue vomitada hace un par de semanas aquí mismo, y ahora toca hablar de las experiencias y la fría crítica a la actuación que dieron el 12 de Octubre, hace ya más de un mes, en la Romareda.

No creo en las críticas inmediatas y mucho menos en las críticas no presenciales y fruto de la lectura de las críticas de otros, así que diré, sinceramente, lo que me salga del corazón ahora que ya está más o menos frío.

Como punto de partida, unos 8 meses atrás, queda la venta de entradas para el concierto: un caos total y verdaderamente vergonzoso. Desde 5 horas, durante la madrugada, en un cajero automático con desconocidos que bien podrían haber sido psicópatas o políticos hasta 1 hora y media llamando continuamente con dos teléfonos móviles a la vez, mientras otros tres amigos utilizan sus propios teléfonos para ver quién consigue qué. Anecdótico y gracioso si te lo tomas bien, lamentable y patético si eres objetivo.

Pasando por alto que, sin apenas información, hicieron cambiar las entradas un par de semanas antes del concierto (otra aventura divertida y a recriminar a la organización), una vez en Zaragoza la cosa fue mucho mejor: múltiples puertas de acceso con público civilizado y con descendencia por la que velar (por lo que no se jugaban la vida colándoseme, por ejemplo) y trato medianamente humano.

Gracias, principalmente, a ese público educado sin la televisión, se podía acceder a una buena posición dentro del recinto, con o sin entrada preferente. Sin entrada preferente, además, podías disfrutar bien del espectáculo visual (pantallas aquí, pantallas allá, mira una pantalla, mira otra) y la despedida pirotécnica (por favor, o tiráis cohetes con vuestras caras o los tiráis con la mía, pero no tiréis cohetes de los normales). Siempre hay que buscar el lado bueno (y llorica) a las propias desgracias.

Aparte del atrezzo y escenario, que puede estar mejor o peor dependiendo de cuánto estés dispuesto a pagar (como organizador del circo), la actuación del grupo, que es lo que hay que destripar, no estuvo del todo del todo del todo mal.

No estuvo del todo del todo del todo mal si sabías a lo que ibas, por supuesto, o si, verdaderamente, no tenías ni idea de a lo que ibas. Si estabas en un término medio, probablemente hubieras escupido al grupo si pudiera haber llegado el salivazo. Los Héroes tocaron como solían tocar, hasta donde yo sé: cada uno a su maldita bola (Joaquín Cardiel en su mundo-maniqu; Pedro Andreu en la batería, como todo percusionista que se precie, marginado; los hermanos Valdivia para aquí y para allá, formando su grupo paralelo y aparte; Bunbury como protagonista indiscutible). Y ese es el gran defecto del concierto... que solo Bunbury se dirigió al público, nadie se preocupó de cohesionar el grupo... pero eso, señores, es lo que siempre había caracterizado a ese grupo, y lo que caracteriza a muchos de ellos.

Al esperarme que fuera así, resignado, no me pude enfadar con ellos. La única motita de esperanza me la proporcionaba que el concierto del día 12, al ser en el Pilar y en su cuidad natal, sería más impresionante: todos llorarían y se besarían en una orgía rock'n'rollera... pero no fue así. Fue igual de artificial, igual de profesional, que el resto de la gira y, seguramente, de la gran mayoría de los conciertos de la historia del grupo.

Sobran críticas a los fallos que pudieran cometer Bunbury o Valdivia, principalmente, y las cosas interesantes, musicalmente hablando, que dejaron de hacer debido a la droga, la edad o la perrería. Son reprochables, pero no devalúan el valor de la entrada, para mi gusto.

No les permito volver más a los escenarios, no porque lo hayan hecho mal, sino porque quiero que el sueño quede ahí: en los discos, que muestran su música de estudio y sus duros directos de antaño, y en el concierto por el que había soñado desde hace muy mucho tiempo, cuando surgió la anécdota de aquel sudamericano al que Bunbury pagó 50 euros o dólares por no contar "si quieres ver a Héroes espérate al año que viene" (anécdota de hará unos 4 años).

La única opción de vuelta, en conjuto, que les concedo es cuando tengan más de 50 años, casi 60, para hacer un set tranquilito (más tranquilo que este último, aunque no quepa). Sobretodo les dejaría volver con un acústico bajo el brazo, claro. Que la Leyenda vuelva al letargo otros 10, 15 o 20 años.

19.11.07

THE TOWN CRIER: Intenciones literarias inmediatas.


"Guns don't kill people. I kill people".





Si me atreviera a titular en inglés un cuento escrito en español y si me atreviera a titular con una cita anónima un cuento escrito por un tarado que usa seudónimo (yo), ese sería el título de mi nuevo cuento que nisiquiera está escrito.





Me ha sorprendido toparme con ella, ya que encaja a la perfección con la idea que tengo para el cuento: dos niños que encuentran una pistola maldita y huyen aterrorizados. Cual protagonista de la serie de pseudo-novelas Goosebumps, uno de ellos va a por ella en ausencia del otro y comienza la carnicería. El título sería algo así como El revolver maldito.

Otro cuento en el horno de producción, esta vez inspirado en las vivencias personales de un venerable profesor de Literatura mío, es Ciudadano modelo, o debería de acabar titulándose de forma similar. Trata sobre un pobre ancianito camino de la senilidad que a la vez es catedrático en la universidad y, por si fuera poco, encuentra una mochila-bomba en un cajero automático a las 7 de la mañana de un jueves cualquiera.

Hay más: la historia de como un par de botas desencadenan una trifurca sin precedentes entre dos compañeros de pelotón, en el ejército Federal (Guerra Civil Americana), mientras vuelven de una misión de reconocimiento a su campamento. Se lían a tiros y a puñetazos, desperdigándose por el bosque y luchando por su supervivencia... y por Las botas.

Finalmente, como traca final para la ristra de variedades y productos del insomnio, el catálogo lo cierra algo titulado, más o menos, Baba Boom no tiene tetas, un cuento en forma de monólogo en el que asistimos en vivo y en directo a la entrevista de trabajo de un futuro perro guardian (que podría ser agente de seguridad, pero sonaría demasiado serio) para un club de striptease. Acaba con muertes y alusiones a desnudez femenina.

También existe otro pequeño y diminuto proyecto que hasta me da verguenza insinuar (cuando, sorprendentemente, no he tenido reparo alguno en mostrar el resto de excrementos pre-concepción de los demás cuentos): podríamos titularlo, ahora, sin miedo, con la misma facilidad y peligro con la que hemos titulado los anteriores, Ana está en nuestros corazones, nombre claramente influenciado por Los Klamstein y argumento claramente casi-robado de un fragmento del relato nunca completado, The Truth About Suicide, de la B-Ruth de la que hablaba no hace mucho aquí mismo.

Todos los títulos son provisionales (ni siquiera llegan a eso, son inventados en el acto), así que no se les debe prestar ni el más mínimo de atención (están todos en cursiva y con un color destacado, por si queréis pasarlos por alto en vuestra lectura de estas líneas... suponiendo que hayáis empezado a leerlas por el último párrafo, éste).

16.11.07

LA DIGESTIÓN DE A: Monos con pintalabios magenta







En eso se han convertido los New York Dolls, los ex-travestidos no transexuales que solían bailar como nenas sin padres y tocar buen rock'n'roll con una buena dosis de punk, sonido que inspiraría a los Sex Pistols y estética que acabaría malinterpretada por las Nancys Rubias.

Todo artista tiene "ese nosequé", y todo artista pierde "ese nosequé", como dicen y, aunque sea totalmente cierta esa afirmación (la perfección no se puede prolongar al infinito si no tienes una secta o religión, como Elvis, Maradona o Jesucristo), no significa que alguien que ya no tenga "ese nosequé" deba ser ignorado por completo... de lo contrario yo, por ejemplo, apenas me relacionaría con la gente (no porque haya perdido "ese nosequé" que nunca tuve, sino porque no suelo relacionarme con gente que lo tenga).

Así, un artista, cuando se le pasa el arroz, cuando empieza a medicarse con receta para paliar los efectos de toda la medicación sin receta que ha tomado en vida, cuando (o después de) ha grabado un disco de folk o similares o cuando la gran mayoría de sus antiguos compañeros han muerto o han sido asesinados (estas cosas pasan) para reemplazarlos por músicos más ágiles y atractivos (jóvenes), no llega a perder todo su encanto: le quedan sus antiguos éxitos, le queda su actitud o parte de ella... nos queda la memoria y la imaginación.

Valoro a los buenos músicos, por supuesto, valoro una buena voz, un virtuoso solo de guitarra... pero hasta cierto punto. Prefiero la originalidad (si es agradable), el estilo, los principios... de lo contrario solo escucharía a los virtuosos que aparecen en Youtube y que, no habiendo salido de casa en 6 meses, mínimo, te demuestran lo bien o lo rápido que saben encajar 5.000 notas en un clip. Tener una buena voz está bien, saberla utilizar mucho mejor... si no la tienes pero consigues acojonar de lo perfecta y alucinante que es tu música, mereces ser admirado y recordado.

¿Toda esta introducción por...? Silencio o tendré que tirar de la cadena.

Los New York Dolls, después de presentar un álbum algo poco bueno, con algunas canciones salvables (4-5) y la clara echa en falta de J. Thunders (coros, omnipresencia de la guitarra, ...), se presentaron en Barcelona hace 7 días, exáctamente, en la Sala Sidecar (apostaría a que tiene un aforo de 200 personas).

En el escenario apenas cabían ellos: batería, dos guitarras, un bajo y el cantante. Salieron por detrás de la batería, sin apenas espacio (y el correspondiente cabezazo contra el marco de la puerta) y todo empezó a girar... era la música, la magia y la locura de la gente. Sin lugar a dudas acabó siendo uno de los mejores conciertos de la vida de muchos, tanto por el grupo (totalmente destrozados pero totalmente cojonudos: que le jodan a las voces jóvenes o a las voces cuidadas; entrad voces tabaquiles y arrugadas, hay canapés para todas) como por la sala, realmente enana para contener a "uno de los grandes".

Los Rolling Stones de alcantarilla fundieron los plomos de nuestra imaginación, con algo que, como bien nos advirtió El Rey de la Noche mientras presentaba al grupo, difícilmente íbamos a olvidar. Nunca hubiera imaginado que un grupo tan destrozado pudiera hacernos vibrar tanto ni que una sala tan pequeña pudiera hinchar tanto las pelotas (y no con cabreo, precisamente).


Quién pudiera volver a los '70...

9.11.07

THE TOWN CRIER: Veneno y tinta.

"I had a terrible headache. I wanted to stop but I couldn't. Finally, I ejaculate, but it's just a mass of blood and bone. It didn't hurt, but I'm disgusted with myself."

Taking a thoughtful pause, Johnny raised his eyebrows.

"That's fucked up, man."

I nodded and smashed the cigarette into the table, leaning back to relieve some of the still mounting pressure in my head. Johnny went on, crossing his arms over his bare chest.

"I mean, Freud would have a wet dream over this one."





Rompo una lanza y disparo al Cielo por Britta Ruth, descubierta por casualidad (y todo lo casual probiene del Diablo), que me ha envenenado y redirigido hacia la tinta.

La admiro, por ser joven; la envidio, por estar muerto.

6.11.07

LA DIGESTIÓN DE A: Los Héroes como fenómeno lucrativo.


Ha finalizado la gira 2007 de Héroes del Silencio. 10 conciertos, la mitad en España, la otra en Sur, Centro y Norteamarica, que han servido para reavivar un fuego que no tardará más que un puñado de listas de Lo + 40 y la visita a un par de discotecas en extinguirse nuevamente.

Desde el anuncio de la gira de reencuentro del grupo, ha habido novedades nunca vistas en el entorno del grupo (en el entorno publicitario y de detallitos relacionados con éste): novedades que dan mucho dinero y, aunque al principio puedan gustar a un fanático con brubujas de sangre hiriviendo dentro de él, pronto acaban amargando el paladar.


Se ha creado una página web, nunca antes vista (quizá la anterior página web de Héroes del Silencio fuera enriquebunbury.com); se han reeditado todos y cada uno de los discos, con nuevo y mejorado sonido y novedades nunca antes vistas, a pesar de que el aspecto de las portadas esté tan embellecido que destruye la identidad de cada uno de sus discos; recopilatorio, con DVD o sin él, elige lo que más convenga a tu bolsillo o fachada (no compres la versión con DVD si tan solo lo quieres para abultar en el estante); caja de lujo con todos los vinilos del grupo (vinilos reeditados, no los originales que valen una pasta, un póster con una foto reciente, como la que podríamos hacernos tú y yo ahora mismo si tienes la cámara digital a mano y un libro muy bonito y demás, pero con poca utilidad salvo las contadas imagenes inéditas con el mismo valor que cualquier otra); caja de lujo con todos los singles (agarrate que vienen curvas: mucho más cara que la de vinilos con libro y póster y algo más cara que el VIAJE a Zaragoza, el ALOJAMIENTO y una entrada PREFERENTE para el concierto [probablemente exagero, así que meteos en la taza del váter y tirad de la cadena]); llaveritos, pulseritas, chapitas, pins, hevillas, camisetas, banderas y otras mariconadas nunca antes vistas, porque aún apestan a horno de fábrica y a lavado de cerebro de miles de fans o de gente que se hace pasar por ellos; la emisión de gran parte de los conciertos españoles en los Cines Yelmo; la edición de un DVD de la gira que seguramente salga en Diciembre, mientras retumben las malvadas carcajadas de los beneficiados de éste; más, seguramente.

Personalmente adoro Zaragoza: me parece una ciudad cómoda, bonita, con arquitectura decente, una faceta clásica interesante (con sus museos y exposiciones correspondientes) y una apasionante vida nocturna (todos los paladares, páncreas, ojos, penes y dátiles tienen su hueco en la noche zaragozana). Quizá no opine lo mismo de la gente que la habita que de ella misma, quizá, pero no puedo negar que disfruto de la urbe. Por ello, ya había ido en más de una ocasión antes de presentarme, el pasado 12 de Octubre, en la Ciudad del Cierzo para presenciar la vuelta de los Héroes.

La impresión más fuerte, cual pincelada en el ojo, que me llevé de la ciudad, más allá del césped y las gradas del estadio donde se celebraba el concierto, fue la de que algo muy raro estaba pasando: había estado dos y tres años antes en el mismo lugar y nunca había olido más que diminutos rastros en las paredes de las callejuelas y en un templo, La Estación del Silencio, del grupo de Leyenda en la ciudad, Héroes del Silencio. Para el resto de ésta, y hablo de tiendas de discos, tiendas de estética rock, bares y discotecas, no existía ese grupo (lógico, habían pasado casi 10 años desde la separación del grupo. Hace menos de un mes, el 12 de Octubre del 2007, la Ciudad se había vendido para promocionar su mejor producto en la Historia (meted a los Reyes Católicos en el "trono" y tirad de la cadena, ordeno), cuando antes le había sabido a mierda o, simplemente, no había logrado explotarlo económicamente.

Me dio asco, sinceramente.

Si me llevo un mal recuerdo de ese fin de semana, fue, sin duda, por ello.

25.10.07

THE TOWN CRIER: Laocoonte, n.p.


Pieza famosa de escultura antigua que representa al sacerdote de ese nombre y a sus dos hijos atrapados por dos enormes serpientes*.


La destreza y diligencia con la que el anciano y los dos jóvenes sostienen las serpientes y las ayudan a realizar su trabajo han sido consideradas con justicia como una de las expresiones artísticas más nobles del dominio de la inteligencia humana sobre la fuerza bruta.








* Laocoonte era un sacerdote troyano consagrado a Apolo. Cuando los griegos abandonaron el sitio de Troya, los troyanos le pidieron que hiciese un sacrificio a Poseidón para que éste destruyera la flota de Agamenón. Tan pronto como comenzó el sacrificio, una enorme serpiente surgió del mar y arrastró a Laocoonte y sus dos hijos hasta el fondo.

17.9.07

THE TOWN CRIER: Valor marginal del dinero

En la vida he observado varias veces la progresión los placeres del poder adquisitivo medio hacia el alto, personal y colectivamente hablando: 4 chuletillas de cordero con una ración pequeña de patatas, unas rodajas de chorizo y longaniza, dos rodajas de tomate y unos pellizcos de atún por 15 euros, por ejemplo, bebiendo agua y comiendo pan compartidos con otros dos comensales; un hotel de 4 estrellas con mini-bar, televisión con docenas de canales que se pagan aparte (y que no puedes disfrutar en casa por su inexistencia fuera del gremio de los posaderos), caramelitos para la recepción y buffet libre a la hora del desayuno (demonios, ¿quién necesita comer para sobrevivir?); viajes en tren con refrescos y bolsas de cacahuetes (los mismos refrigerios amedrentan a los animales de circo y los de rascacielos, sí); calzones con el nombre de alguien, cuyas persona y personalidad ignoro y probablemente repudie en sueños, impreso entre mi ombligo y mis genitales; televisor ("¡no, por favor, todo menos el televisor!") tan alargado que deforma la imagen, conviritendo a todos los presentadores en seres alienígenas no tan altos como yo; tazas de váter que me limpian el culo con un chorro de agua helada (ideal para los usuarios de almorranas) y me lo secan con un agradable hálito perfumado ("-¿Cuándo inventarán el retrete que, además, te lea una revista?" "-Por desgracia, está al caer"); coches que, ilegalmente y gracias a su motor o carrocería, te permiten agrandar imaginariamente el tamaño de tu pene, de tus sesos o de tu corazón; licores de lujo que acabarás mezclando con Cocacola (recuerda amigo: aún no han inventado la Cocacola Gran Reserva, la misma Cocacola que bebes tú, sucio rico [sucio porque se suele decir que se limpian el culo con billetes... y dudo que luego limpien esos billetes o se deshagan de ellos: la codicia tiene mucho de ahorro], es la misma que bebe el mendigo abstemio de la esquina y le ha costado los mismos 45 céntimos); visitas a grandes discotecas, los museos y salones del siglo XXI, que te dejan con el mismo sabor de boca y el mismo hedor en la ropa de siempre (humo, droga industrial, almizcle sexual y sudor); bodas con pompa, oro y coro que te hacen sentir, si eres de los desgraciados que contrae matrimonio esa noche y corre con los gastos, igual que en el transporte público a las 7 de la mañana: en un mar de desconocidos con cara de sueño que deboran sin descanso los periódicos gratuitos (en la boda no hay periódicos, serían una falta de respeto para Dios o el Ayuntamiento, pero sí hay un banquete y es algo gratuito o no piensas en lo que te está costando, al menos); animales exóticos (eran normales hasta que los disfrazaste con collares, chips y piensos fabricados con serrín y cáscara de almendra) que tan solo piensan en comer y dormir, que es lo que les has enseñado, asesinando así su verdadera naturaleza; verdaderas mansiones con piscina que contribuyen a tu aislamiento de la plebe, a modo de castillo medieval, aunque te permiten agilizar el mercado contratando a extranjeros para que se encarguen de la limpieza y mantenimiento de todo el complejo (trabajo que te desconcertaría por el simple hecho de denominarse así); viajes espaciales para intentar conquistar otros mundos que no apesten tanto como el nuestro y tratar de apestarlos con nuestra presencia ( "Comportaos como seres humanos que sois y no ensuciéis el parque"... ya, claro, "humanidad"); potingues, píldoras e instrumentos para burlar la muerte y convertirnos en vegetales-parásito con mucho tiempo para pensar y reflexionar (aunque nuestras inmóviles cejas digan lo contrario) sobre el desperdicio de tiempo y movimiento que hemos hecho a lo largo y ancho (más largo que ancho: nunca olvidéis las dietas, no, nunca olvidéis las dietas) de nuestras paupérrimas (como muchos desconocen el significado de la palabra, no les duele que les denominen como aquello que más odian [o temen]) vidas.

Eso es: vidas (escribo este otro párrafo tratando de equilibrar el texto y hacerlo más ligero a la lectura).

12.9.07

LA DIGESTIÓN DE A: Las bolsas de sangre y pus de R. Rodríguez

PLANET TERROR, bonito mediometraje para instalarse por aquí, salvando distancias con la opinión general de lo que es bonito y lo que deja de serlo. Siendo la primera parte de GRINDHOUSE, el sucio proyecto conjunto de Rodríguez y Tarantino, aunque descuartizado en Europa para sacar más tajada (irónicamente) económica (con lo poco Europeo que me siento, imaginad cuánto me duele), la vi en primer lugar, semanas antes de poder catar DEATH PROOF, la segunda parte, que degusté hace escasos días, tratando de experimentar, uniéndolas mentalmente, lo que experimentaría el espectador medio americano al ver los dos filmes seguidos, con sus aditivos en forma de trailers de falsas películas, anuncios de tacos mejicanos y chucherías similares.

Aquí, al menos en la sala de cine (o teatro) al que acudí (o quise acudir), tan solo se pudo ver un falso trailer (MACHETE) y algunas tonterías juguetonas (como los gatitos y la pantera) para poner en situación a los que sabían a lo que iban y descolocar a los que se habían equivocado de sala o iban a ver mujeres y zombies en constante orgía.


En cuanto al falso trailer: magnífico en todos los sentidos, es exactamente lo que esperaba de los falsos trailers que debían estar intercalados en la versión no mutilada de la película y, aunque no me gustaría ver la película (pero la vería), disfruté enormemente con el trailer y el narrador, sobretodo el narrador. Man, they really fucked with the wrong mexican.

A continuación y tiñendo de negro y rojo sangre la pantalla, en cuanto empezó a aparecer el título del proyecto conjunto, GRINDHOUSE, y empezó a crecer de la nada la canción que abre la película, muy lograda, no pude evitar ponerme cachondo. Y no era por le bailecito de la chica con un culo en la barbilla, no (ya que la canción empieza antes de que aparezca ésta en pantalla), era por el carácter terrorífico con que empieza, con una percusión demoniaca, y un saxo con bajo y guitarra puramente eróticos.

Después de ese sublime comienzo, nada en las dos partes del proyecto podría haberme llamado la atención, esaba seguro mientras escuchaba la canción y veía a la chica zarandearse sobre el escenario, sin que las dos nalgas en su barbilla se inmutaran. En verdad, más o menos, acerté, ya que, joder, no me averguenzo al decir que el principio de GRINDHOUSE es de los mejores que he visto y de lo mejor de la película.

El resto de la banda sonora, hecha a base de organillo cutre y sonidos industriales, es bastante estridente y paranoica (recreando bandas sonoras de películas de miedo cochambroso), pero al utilizar algunos de los recursos del tema principal de la película (son como variaciones de la canción del opening) pasan suficientemente desapercibidas durante el visionado como para no entorpecer ni molestar, tal y como hacen cuando escuchas la BSO en casa. Una desgracia musical para disfrutar en crudo, vaya, pero suficientemente camuflada en la película como para saber bien (o no saber mal, al menos).

Más allá de la banda sonora, la película es, y estoy yendo directamente al grano (algo normal en este punto de la parrafada), imperfecta. Y la imperfección no es un grave defecto, pobres humanos, no, pero no es lo mismo que la perfección, aquello que caracteriza a las obras maestras. No me quejo por haber gastado mi tiempo y mi dinero en una obra imperfecta, es importante alegrarse de hacerlo con la perfección, pero no hay que menospreciar la imperfección... sí la mierda.

Como en toda obra no perfecta, hay cosas geniales y paja. En PLANET TERROR resulta que hay bastante paja, aunque no la suficiente como para provocarle un vómito descontrolado al usuario mundano o al crítico más caquita de pájaro. Hay bastantes cosas que se deberían haber arreglado, no se deberían haber expuesto en la versión final del filme, pero qué le vamos a hacer... mi gusto no es el de todo el mundo, y mucho menos el mismo que el del señor Rodríguez.

Para empezar, me sobra uno de los protagonistas y me falta otro: el Wray, capullo integral armado hasta la sobaca, le da un toque demasiado frenético a la película y destroza el terror más inherente a una invasión zombie: la asfixia de estar siendo sobrepasado física y mentalmente por algo inhumano y asqueroso y la total seguridad de que acabarás siendo parte de ello; Cherry Darling, la guinda (jeje) femenina que es lo que me hizo decir "está película es genial" sin haberla visto (tan solo viendo el trailer y el cartel), queda eclipsada en la película, para mi gusto. Es una verdadera lástima.

El resto de personajes principales (la anestesista, su marido, el sheriff, su compañero, el loco de los cojones y Bruce Willis) y los más secundarios (el resto de militares y policías, el tipo de la canina-barbacoa, etc) están bastante logrados y le dan un toque de color y diversos puntos de vista a la "peli de zombies". No me quejo de algunas de las escenas estrella en las que participan ("Sex Machine" y su inaptitud policial, las manos dormidas, el niño con el revolver, etc), que son jodidamente buenas, pero me quejo de los vacíos en el guión, rellenables sin demasiada dificultad, para mi gusto, que dejan algunas partes de la película un poco vírgenes en contenido y en diálogo.

Algunas de las mariconadas más grandes que he visto en la película son el rollo de la salsa barbacoa, joder, ¿a quién se le ocurre? Muy, muy pesado y previsible. Tampoco me gustan las escenas de relleno de zombies comiéndose a la gente en la carretera y todas esas barbaridades.

En general, los dos defectos que le veo a la película y que hacen de ella una imperfección considerable son: las escenas de acción (¿para qué coño quieres una escena de acción y piruetas en una película de zombies? Huye y dispara, observa como no le haces nada al bicho que te persigue y méate encima, capullo) y algunos diálogos y estructuración de personajes pobres, muy muy pobres.

Por el hecho de que haya una tía en la película que tenga una ametralladora en la pierna, ya merece cinco estrellas, sin duda (que os den si preguntáis como la dispara, que os jodan, de verdad), así que disfrutad con el cartel (el que sale la chica sola, publicitario, no el mal montado de la película en general) y cojed con pinzas todo lo que veáis desde la butaca en el cine o en el salón.

Con respecto a los errores en los rollos de la película y sandeces típicas del cine de mala calidad, solo decir que están logrados y los respeto, aunque a veces se le va la mano (sobretodo cuando emparenta la Serie B con el cine de acción sin pies ni cabeza) al señor Rodríguez y mete la pata (siempre usando metáforas anatómicas, vaya) al meter no solo elementos de la Serie B en PLANET TERROR, sino malos elementos de la Serie B.

Muy brillante y bastante imperfecta.

11.9.07

Incorporación de una letra mayúscula en la plantilla

Tras comprovar que el mejor momento para redactar su apartado no era el domingo, sino que era el final del domingo (el lunes), nuestro primer colaborador y director (yo mismo) se dispone a atraer hacia sí y hacia WET DOGGIE una brillante personalidad con personalidad: A.

El nuevo colaborador y columnista comenzará con su trabajo mañana miércoles y seguirá azotando cada siete días, a menos que cambie de opinión él, yo o alguien suficientemente importante e involucrado. Su trabajo es sencillo, hasta para muchos de los aquí presentes: criticar.

Como experto en nada pero ardiente vividor y espectador, se dedicará a catar, provar y destripar por doquier para presentar, viviseccionadas, las últimas novedades y más apreciadas anticuallas de todas las artes, ya sean plásticas, cinematográficas, literarias, arquitectónicas o anatómicas (entre muchas, muchas otras artes).

Sin más, él mismo sabrá darse a conocer.

9.9.07

THE TOWN CRIER: Caminante de arenas


La gente prefiere (o eso me dicen ellos) el sedentarismo al movimiento y suele sorprenderse cuando alguien como yo (yo, por ejemplo) comenta que no le importa para nada viajar horas y horas en tren o diligencia o que disfruta vagando casi indefinidamente a pie por campo o ciudad. Su comportamiento es normal, alegan, y el de los de culo más inquieto o más curtido (me encanta el matiz sodomita que aporta este adjetivo al texto): anormal. Esa es la misma opinión que tiene el joven del anciano, considerado este último como un tarado debido a su comportamiento totalmente alienígena los domingos por la mañana (hay que resaltar los baños en el mar a las 6 de la mañana, la contemplación inmóvil del paso de los ferrocarriles o las sobadas excursiones a los campos que circundan sus hábitats naturales).

Personalmente, disfruto (o al menos procuro no sufrir) los viajes y el movimiento, quizá más a solas que acompañado. Sobrevivir a un viaje de ciento ochenta minutos en tren acompañado de un payaso (gracioso), una amante (juguetona) y/o un filósofo (gracioso) no tiene ningún valor, por eso prefiero viajar a solas, para poder sentirme orgulloso al respecto.

¿Cómo lo hago? Es sencillo: pensando, leyendo u observando, siendo más útil, normalmente, una mezcla de las tres. No cuesta tanto meditar o planear mientras viajas, aprovechando el tiempo y ahorrandote tener que hacerlo más adelante, cuando quizá tengas otras obligaciones que te impidan hacerlo. La razón o excusa para leer en los viajes es similar y, en cuanto a la observación... no se trata de una obsesiva vigilancia al prógimo (ni los catalogo ni los desnudo ni los destripo), sino más bien una mirada curiosa, observando el popurri étnico, generacional y sexual y las interesantes combinaciones que se logran mezclando esas tres categorías en cada persona y ésta, a su vez, con las que la rodean. Es un juego divertido y, aunque bastante inútil a simple vista (o cómo todo lo que parece bastante inútil a simple vista), muy inútil.

En un desierto (o en un paseo, o en un viaje), a falta de cualquier cosa (lo que incluye a los libros, por desgracia), nos quedaría la observación, aunque no de los vecinos, y el pensar. También se puede dormir, no lo niego, pero, además de ser algo verdaderamente cobarde a la hora de enfrentarse con la vastedad de un desierto (o de un viaje) es una pérdida vital de tiempo y cansa. Descansar en exceso puede acabar cansando, sí: se puede dormir, pero no eternamente, y ahí entrarían en juego las otras posiblidades. De hecho, pensando en esto, creo que llegaría a disfrutar el ser abandonado en un desierto, si no fuera porque me encanta beber y me encanta leer.

A todos aquellos que aborrecen el viaje solitario, el caminante de arenas les recomienda u ordena que lo intenten, que traten de degustar la situación adversa y, sobretodo, que piensen por qué consideran una pérdida de tiempo el moverse: ¿qué les espera de interesante en el sedentarismo? ¿una cama (no una dama)? ¿un puñado de gente en un bar que hacen todo lo posible para que el evitar pensar resulte agradable? ¿el televisor? Seguramente así sea: el televisor, esa maravilla que nos ancla a cada uno en su sala de estar dandonos el mundo triturado a chucharadas constantes, tal y como nosotros alimentamos con papilla a nuestros bebés y tal y como Platón imaginó a los habitantes de su caverna.

5.8.07

THE TOWN CRIER: El riesgo como elemento vital

Hasta que no vea a alguien columpiarse de la rama de un árbol (con la soga al cuello) en busca de emociones fuertes, no creeré en nadie que las busque.

Estuvo de moda durante un tiempo la aventura, el riesgo y el extremo como medidas de diversión para los fines de semana o las vacaciones, costumbre hoy por hoy arraigada tanto en la sociedad que nisiquiera está de moda: simplemente está. Existe la posiblidad, incluso, de que sea una costumbre que nunca ha dejado de acompañarnos, ni después de su popularidad ni antes de ésta: ¿quién negará (o quién confirmará, igual de imposible, creo) que todo muchacho de campo se haya criado a base de pedradas a las casas de los borrachos y lunáticos locales (todos ellos il·luminados, pero qué demonios sabrán los niños) o provocando a otras fieras como canes y adultos en general? Es por cierto que yo no.

¿Qué utilidad o qué oculta motivación se esconde tras tamaña barbaridad intelectual y espiritual? ¿Qué gracia tiene arriesgar la vida o la salud de una forma tan artificial? Se me ocurren varias razones y ninguna de ellas me resulta suficientemente convincente como para animarme a vivir tales aventuras, tales riesgos o tales extremos.

Descartando las teorías más rebuscadas y fabulosas, intuyo que el populacho ama el riesgo debido a que le es prohibido en otras situaciones. Las sensaciones producidas por un accidente de coche (140 km/h, muro de hormigón de 3 metros de grosor perpendicular a la trayectoria del vehículo) nos están vedadas, si además queremos conservar la vida tras la experiencia; la única forma de caer desde 100 metros de altura y que no sea directamente a la tumba es mediante artefactos y burladores físicos; un tiro en la cabeza, durante un duelo, normalmente solo se sufre una vez en la vida. Estas prohibiciones, o más bien permisiones muy condicionadas (con la propia vida como moneda de cambio) son, pues, lo que nos motiva a sortearlas y a intentar saborearlas...

... tanto que, cuando el creador del primer deporte de riesgo (un pobre aunque astuto cavernícola que le pisó el rabo a un tigre dientes de sable mientras dormía), al darse cuenta de que había inventado una experiencia verdaderamente inútil para el resto de la humanidad, intentó explotarla al máximo (como cualquier otro ser humano hubiera hecho) y se la vendió a su mejor amigo (como cualquier otro ser humano hubiera hecho): cuando se cruzó con él, hablándole en el idioma cavernícola (parecido a diversos argots y jergas menores modernas), le contó su experiencia con el tigre y cuestionó su potencia viril/genital animándole a hacer lo mismo. Probablemente su amigo moriría devorado por un dientes de sable, pero nuestro protagonista cavernícola no cesaría en su empeño de embaucar a otros pobres hombres menos astutos que él, e incluso haciendo negocio con su descubrimiento, poniendo en peligro la continuidad de la humanidad y, definitivamente, extinguiendo a los tigres dientes de sable.

De ahí surge, desde mi humilde punto de vista, el peligroso apetito al riesgo: nadie sabe bien porqué desea esas sensaciones, simplemente las desea y, una vez apaciguada el hambre irracional, encontrándose igualmente vacío (intelectual y espiritualmente hablando), hace CUALQUIER COSA por poder contarlo (incluso pagar una verdaderamente enorme suma de dinero por conservar alguna prueva del suceso, como fotografía, vídeo o documentación escrita).

Y esa vanidad, señores, se suma a la lista de regalos que los dioses nos otorgaron y Pandora logró retener en su caja (lista inaugurada por la codicia a costa del prógimo, cuanto más cercano mejor, mencionada antes mientras revivíamos las experiencias de nuestro cavernícola protagonista). También se habla de la esperanza en las antiguas escrituras (no, no todas las escrituras antiguas hablan de Jahvé), pero, siguiendo mi experiencia personal, no puedo poner ningún ejemplo de ésta.

4.8.07

Inauguración sin tentempié

Como era de esperar, esto debía empezar de un momento a otro y, a falta de cabareteras, bebidas espirituosas o bocaditos (avanzadilla del ardor estomacal), unas palabras.

A pesar de su antonimidad natural, el director y a la vez colaborador inaugural de Wet Doggie es la misma persona: yo mismo, poseedor de THE TOWN CRIER, columna que espero que deje a más de uno indiferente, o deberé desnudarme al respecto para acabar de adormecer al público.

Se estrenará ésta y me estrenaré yo mañana domingo, volviendo a rellenar el lugar con palabras ilegibes y, por consiguiente, ileídas cada 7 días, exactamente, salvando festivos como dominicales o santorales especiales (producto del escondido politeísmo católico).

THE TOWN CRIER contendrá desiertos, brandy y tequila, serpientes de cascabel, mordiscos y algunas tumbas y fantasmas. Quizás no demasiado adecuado para el contenido de WET DOGGIE, pero nunca nadie lo sabrá.

Sin más dilación, os dejo lanzaros a devorar las mesas y sus manteles.

Dramatis personae


The Town Crier
Un terriblemente humilde servidor de todo aquel que se muestre digno de ser servido (¿nadie?). Dedicado única y exclusivamente a todo menos a ir al lavabo, hablará de ello con su característico tono venenoso y su intelecto, que de tan maravilloso brilla en la total oscuridad. MÁS

Mr. Bogus
Más mediocre de lo que muchos nunca llegarán a ser, este curioso personaje que, además de amarillo, es adicto a los joyos, se preocupará de que todos (incluido tú) hagáis vuestras necesidades sabiendo dónde os estáis metiendo (o dónde las estáis metiendo). MÁS